Si estás pasando por esta situación o estás a punto de vivirla, acá te dejamos algunos puntos importantes que nos sirvieron a nosotros cuando tuvimos que llevar nuestra relación a distancia durante un año.
Nuestra historia
Definitivamente fue una de las etapas más difíciles de nuestra relación. Especialmente porque, cuando nos separamos, recién teníamos juntos 6 meses y éramos muy jóvenes: teníamos 20 y 23 años. Nos separamos porque me fui a estudiar a París un año. Y claro, no faltaron quienes nos lanzaron las típicas frases: “amor de lejos, felices los cuatro”. Y otras de ese tipo, que no hacían más que desanimarnos.
No teníamos planes de vernos y reencontrarnos durante ese tiempo porque ninguno tenía las posibilidades económicas de viajar cruzando el charco. Además, nos jugaba en contra la poca tecnología de la época, a comparación de la de ahora. ¡Y ni qué decir de las 7 horas de diferencia!
En fin: a los 8 meses de estar separados yo pude regresar a Lima por cuatro días, casi de milagro. Gracias a ello pudimos repotenciar la relación, que parecía que ya se venía abajo. Y de esta experiencia aprendimos mucho.
Algunas reflexiones
#1 El que se va, deja todo: amigos, familia, rutina, comodidades, etc.
Para esta persona todo será nuevo. Para el que se queda, aunque ya no tendrá la misma rutina con su pareja, siempre tendrá su casa, sus mismos, sus amigos, los mismos lugares que frecuenta... Sería difícil pensar que todos estos cambios no afecten y cambien a quien se ha ido lejos. El tema está en ordenar ese cambio para el bien de uno. Tienen que entender que, al reencontrarse, ambos serán personas distintas, pero apuntar a que ese cambio sea para ser una mejor persona.
Mantener las buenas amistades, fortalecer la vida de fe, tener disciplina para los estudios, trabajo o deporte, tener bien claros tus principios no negociables y esforzarse por ser ordenado pueden ser puntos clave que los ayuden para atravesar esta situación.
#2 Ambos deben tener claro hacia dónde va la relación.
Y con esto deben trabajar aún más, y comprometerse a sacarla adelante a pesar de las dificultades que se presenten. Pensar en “vamos a ver qué tal nos va” y flojear o pensar que puedo esforzarme menos o seguir igual no los ayudará cuando las cosas se pongan difíciles.
Por el contrario, si soy consciente de que esto va en serio, pondré los medios para que, a pesar de todas las contrariedades, se pueda salir adelante. Este tiempo es perfecto para trabajar más en el compromiso que cada uno pone en la relación.
#3 Hablar todos los días.
Aunque sea 15 minutos, de cosas más importantes que el clima. ¿Cómo estás?, ¿qué piensas?, ¿cómo te sientes?, ¿cómo te fue hoy? Pero también entender los tiempos de cada uno, especialmente si no están en el mismo país o no tienen los mismos horarios y la rutina ha cambiado.
Los problemas se van a maximizar en la distancia. En la falta de comunicación, o mala comunicación, en no coincidir en tiempos y espacios… Por eso deberán cuidar las formas en las que se dicen las cosas y en cómo se recibe el mensaje.
#4 Definir fechas en las que puedan viajar y volver a verse.
Altamente recomendable. La comunicación virtual nunca será igual que la presencial. Y si el tiempo que se van a separar es muy largo, lo mejor será que pongan todos los medios para que reencontrarse. Un abrazo, una mirada, una salida juntos nunca podrán ser reemplazados por una pantalla.
#5 Tengan en cuenta que la distancia será temporal.
Tengan en claro que este tiempo de separación es solo un periodo que tendrán que atravesar. Que será algo temporal y que luego vendrán otros planes. Una relación seria planificará qué pasará después de ese tiempo separados, o por lo menos tendrán algunas metas a mediano plazo. Ambos deben estar de acuerdo en esto y, si en el camino surgen nuevas oportunidades y cambios inesperados, también se debe buscar la manera de volver a estar juntos y no dejarlo simplemente en “ya veremos qué pasa”.
* * *
Como recomendación, si lo piensan, esta es una buena oportunidad para conocerse de una manera distinta, pero sobre todo para madurar. Si estás pasando por esta situación, piensa que todas las dificultades se pueden aprovechar para crecer en el amor. ¿Qué mejor que este tiempo para lograrlo? ¡Ánimo! Cada día es una nueva oportunidad para trabajar en eso.
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