Por: Fight the new drug*
En el mundo de la pornografía, mucha gente cree que hay una gran diferencia entre el material consensuado y el no consensuado. Pero, ¿cómo puedes notar la diferencia? A veces, el contenido que se realiza con víctimas de trata o personas que no dieron su consentimiento para que se comparta su imagen, puede acabar en las mismas páginas pornográficas en donde hay contenido que fue realizado de manera profesional por actores o actrices porno —quienes también pueden ser víctimas de trata y explotación—.
Algunas de las páginas pornográficas más conocidas del mundo están siendo investigadas y demandadas por supuestamente alojar contenido de personas —algunas menores de edad— que son víctimas de trata y explotación, y obtener dinero por ello.
La gran pregunta entonces es: ¿cómo puedes darte cuenta cuáles videos pornográficos se realizaron de modo consensuado y cuáles no? ¿Cómo puedes identificar, al ver material pornográfico, a víctimas de trata o incluso hasta víctimas de abuso basado en imágenes privadas que no querían que vieras?
Te lo diremos. ¿Estás preparado para la respuesta? En verdad, no puedes saberlo. Y te contaremos por qué.
La desafortunada verdad sobre el porno no consensuado
Una víctima de trata no mirará a la cámara y dirá que está allí sin su consentimiento. Y, sin embargo, desafortunadamente, las imágenes y videos de personas víctimas de trata y explotación a menudo se abren paso en los sitios de pornografía convencionales, donde no se pueden distinguir del resto del contenido.
Considera esta historia: una mujer sobreviviente, cuyo captor durmió encima de ella durante la noche para que no pudiera escapar, la observó a través de un agujero cuando fue al baño y escuchó sus llamadas telefónicas mientras la apuntaba en la cabeza con un arma, se vio obligada a aparecer en un video que figuraba en la lista de “producciones sexuales positivas” del Instituto de Intimidad Sinclair (Sinclair Intimacy Institute) [i].
“Cada vez que alguien ve ese video”, indicó la víctima, “está viendo cómo era violada”. De hecho, incluso si la víctima muestra su angustia, sigue siendo imposible saberlo, porque la pornografía con temática de violación y abuso se ha convertido en el contenido más popular. Pero, aparte de eso, tenemos pruebas definitivas de que hay videos de víctimas de trata en todos los sitios principales en este momento.
Ten en cuenta que el tráfico sexual rara vez se parece a las películas —en las que mujeres jóvenes son secuestradas a punta de pistola, trasladadas fuera del país y forzadas a la servidumbre sexual—. Eso también ocurre, pero la mayoría de los casos de trata no son así. La ley de protección a las víctimas de trata (Trafficking Victims Protection Act, TVPA) define a la trata como un acto sexual comercial “inducido por la fuerza, el fraude o la coacción”. Esta frase ha ayudado a generar conciencia sobre la trata de personas, y eso significa que la trata puede sucederles incluso a artistas pornográficos profesionales, que cobran un sueldo al final de una sesión y duermen en sus propias camas. Sin embargo, hablemos de un ejemplo destacado de trata, que ha llegado a muchos sitios de pornografía convencionales. Hablemos del caso GirlsDoPorn.
Videos reales de personas que son víctimas de trata, pero los consumidores no lo sabían
En 2019, una compañía pornográfica llamada GirlsDoPorn fue demandada por tráfico sexual de casi dos docenas de mujeres como producto de un gran plan en San Diego. Algunos meses más tarde, a principios de 2020, veintidós mujeres de identidad desconocida ganaron una demanda contra la compañía por obligarlas, engañarlas y coaccionarlas para que filmaran material pornográfico. Habían estado operando desde 2015, y supuestamente traficaron y explotaron a muchas más mujeres que las que participaron en la demanda.
¿Qué relación tiene esto con Pornhub y otras páginas pornográficas populares? GirlsDoPorn era un socio premium de vista compartida (premium viewshare partner) para Pornhub, específicamente, y uno de los canales más populares del sitio. Esto significa que los videos, algunos de los cuales mostraban a once de las veintidós chicas que se presentaron, fueron vistos millones de veces. El canal GirlsDoPorn solo fue retirado después de que se presentaran los cargos de tráfico sexual en 2019, contra los dueños de la productora, a pesar de que una mujer de identidad desconocida, víctima de trata, había estado rogando a Pornhub que eliminara los videos del otro canal durante años.
Desde entonces, Pornhub eliminó los videos de su canal oficial y los indicadores de marketing relacionados con ellos, pero, nuevamente, solo después de que los dueños del sitio fueron denunciados. Los videos de las víctimas se suben, son denunciados y luego se eliminan continuamente cada dos semanas, aunque ahora sea ilegal que cualquiera cargue esos videos.
En la actualidad, cincuenta mujeres de identidad desconocida han presentado una demanda contra MindGeek, la empresa matriz de Pornhub, por supuestamente beneficiarse con imágenes y videos de GirlsDoPorn, a sabiendas de que eran víctimas de una pesadilla por culpa del tráfico sexual y, además, por no moderar adecuadamente los sitios que son propiedad de MindGeek en relación con los videos abusivos.
Vale la pena señalar que Rubén Andre García, de 31 años, el actor masculino en los videos de GirlsDoPorn, cambió su declaración a principios de diciembre de no culpable a culpable de “conspiración para cometer tráfico sexual” y “tráfico sexual por la fuerza, fraude y coerción”.
Aquí hay una historia real de una sobreviviente de tráfico sexual
Nos sentamos con una de las mujeres que fue víctima de tráfico sexual por GirlsDoPorn y nos dijo todo lo que pasó en un viaje que acordó hacer porque le dijeron que era un trabajo de modelaje de fitness. Esta es una parte de su historia.
En la habitación del hotel, los hombres que la habían estado manipulando tomaron su teléfono celular, y su futuro agresor sexual, Andre, desconectó el teléfono del hotel. Dijo que no quería que los molestaran, que tenía una justificación para todo. La sentaron en el escritorio y colocaron un contrato frente a ella. Cuando pidió leerlo, le dijeron que no había tiempo. Ella solicitó que le enviaran una copia por correo electrónico y estuvieron de acuerdo, pero nunca la recibió. Los hombres la intimidaron colocándose sobre su hombro, hojeando las páginas, diciéndole en dónde poner sus iniciales sin dejarla leer el texto.
Cada vez que ella protestaba, los hombres la obligaban a hacer lo que le pedían, diciendo que habían cancelado su hotel y su vuelo de regreso. Se negaron a darle un boleto de avión para que volviera a su casa, a menos de que cumpliera con todo lo que decían. “Toda tu familia se va enterar de que querías hacer un video porno”, le dijo Andre. “¿Realmente quieres eso?”. Allí estaba la verdad de la situación. Fue forzada, engañada y coaccionada a estas circunstancias, y ahora estaba siendo objeto de tráfico sexual.
Ella estima que empezaron a filmar a las 9 de la noche y no terminaron hasta las 3 o 4 de la mañana. “Básicamente fui violada durante todo ese tiempo. Fue una agresión constante, y no fue en lo más mínimo suave. Fue brutal”.
Dos semanas después, un chico con el que ella había ido al colegio le envío una foto íntima con un mensaje sexual explícito. Ella estaba impactada y confundida. Luego descubrió el por qué. Un video de casi una hora de esa agonizante noche fue lanzado en dos importantes sitios web de pornografía, incluido Pornhub. El título incluía su nombre legal completo.
“Estaba muy asustada, no sabía si me iban a matar. Al ver el video ahora, puedo verlo en mis ojos. El temblor de mis labios y mi voz, sé exactamente cómo me sentía en ese momento. Pero cualquiera que lo vea, verá lo que quiera, y creerá que fui cómplice”, dijo. “Estoy segura de que la mayoría de esos espectadores no sabían que al ver los videos estaban siendo partícipes de la trata de personas, agresiones y violaciones".
Los consumidores pueden ver tráfico sexual o violación y no saberlo
¿Cuántos videos porno son vistos por personas a las que jamás se les ocurriría contribuir con la trata, y que asumieron que estaban viendo el trabajo de personas que habían dado su consentimiento? Pero “consentimiento” es una palabra escurridiza en el mundo del porno. Y, de todas las formas en que la pornografía y el tráfico sexual se superponen, el secreto más oscuro y sorprendente de todos podría ser este: incluso en la producción de pornografía convencional, el tráfico sexual es un fenómeno habitual. Recuerda, no requiere secuestro ni amenazas de violencia. Todo lo que requiere es coerción:
“Me amenazaron con que, si no hacía la escena, me iban a demandar por mucho dinero”.
“Les dije que se detuvieran, pero no pararon hasta que comencé a llorar y arruiné la escena”.
“Me dijo que tenía que hacerlo y que, si no podía, me denunciaría y perdería cualquier otro compromiso que tuviera porque haría quedar mal a su agencia” [ii].
Ninguna de esas citas es de alguien que estaba encadenado en una habitación. Ninguna de ellos proviene de víctimas que fueron sometidas a golpes o retenidas a punta de pistola en algún burdel sucio. Cada uno de esos actores condujo a casa al final del rodaje y cobró su paga. Pero, ¿suena a consentimiento? ¿O suena a coerción?
Este aspecto del mundo del porno es tan común que ni siquiera tienes que ir a sitios web contra la pornografía o hablar con exactores para escucharlo. Los actores porno actuales cuentan las mismas historias. Eso dice mucho de la cultura y de las expectativas de la industria de la pornografía que, a menudo, cuando escuchas estas mismas quejas de personas que todavía están dentro del negocio, las enmarcan en términos de un agente, director o actor “no profesional”.
Desde el punto de vista legal, bajo la Ley TVPA, estas no son solo personas que hacen mal su trabajo; estos son delitos potenciales de tráfico sexual, punibles con hasta veinte años de prisión. De hecho, de acuerdo con la definición de trata de personas de las Naciones Unidas, ni siquiera importa si la víctima dijo que no: “el consentimiento de la víctima se vuelve irrelevante siempre que alguno de los 'medios' de trata sea utilizado [coerción, fraude, amenaza de fuerza, etc.]" [iii].
* * *
Entonces, ¿cuál es la conclusión? El tráfico sexual moderno comparte una variedad de conexiones simbióticas con la pornografía. A menudo son lo mismo.
Puedes odiar una cosa, puedes sentirte indignado por ello, pero si continúas apoyando e involucrándote con la industria que ayuda a darle vida, ¿cuál es el valor de tu indignación? Haz que valga la pena, sé una voz contra la esclavitud moderna, contra la explotación sexual, y termina con la demanda de tráfico sexual a través de la pornografía.
[i] Catharine A. MacKinnon, Are Women Human? (Cambridge, MA: Harvard University Press, 2007) [ii] Hughes, D. (2010). “Sex Trafficking of Women for the Production of Pornography,” Citizens Against Trafficking. [iii] https://www.unodc.org/unodc/en/human-trafficking/faqs.html#What_if_a_trafficked_person_consents
__
* Fight the new drug es una organización no religiosa y no legislativa que existe para brindar a las personas la oportunidad de tomar una decisión informada con respecto a la pornografía al crear conciencia sobre sus efectos nocivos utilizando solo la ciencia, los hechos y los relatos personales.
Este artículo fue adaptado y traducido al español por la traductora del Ama Fuerte Team, @sophie.des. El título original es: Cómo saber si alguien en un video porno es una víctima de trata.
Comments