En algunas ocasiones las rupturas de las relaciones de pareja pueden resultar muy dolorosas. Además de perder una persona, pierdes también un estilo de vida. La ruptura puede haberse producido por una infidelidad, por sufrir un trato no adecuado, por desconfianza, por falta de valores en común, por no tener un proyecto de futuro…
Al dejar una relación hay personas que sienten que todo su mundo se desmorona. Ese dolor, para poder disolverse, necesita vivir plenamente el periodo de duelo. El tiempo por sí solo no cura las heridas, necesita de tu colaboración.
La importancia de curarse
Es necesario curarse antes de iniciar una nueva relación. Si tú no estás bien, la nueva relación partirá mal. Por eso es importante analizar si tienes superados ciertos puntos antes de embarcarte en una nueva historia.
Tienes que hacer un fuerte trabajo de gestión emocional. Cuando se ha tenido una relación complicada (relaciones tóxicas, amores no correspondidos, miedo al engaño, infidelidades), y no se curan las heridas, es fácil repetir patrones de relación negativos.
Algunos tips indispensables
Debes hacer un ejercicio de introspección. Analizar cuáles son tus emociones (tristeza, temor, rencor…) y canalizarlas de forma positiva. Analizar lo que llevó al fracaso tiene que servir de enseñanza para saber qué es lo que buscas y lo que no quieres.
Si bien es importante en el primer momento de dolor analizar tus sentimientos y los porqués, hay un momento en el que hay que cortar para no dejarte arrastrar por el sufrimiento. Centrarte en tu dolor sólo te bloquea, inutilizándote para actuar. Hay que cambiar el pensamiento.
Trabaja tu autoestima. Siéntete valioso. Cuando se acaba una relación es muy frecuente culpabilizarte de la situación e infravalorarte. Con la autoestima baja buscarás a alguien que rellene tus vacíos. Eso es falta de libertad y esa relación no funcionará bien porque el amor verdadero requiere libertad. Cuando empiezas a sentirte bien contigo mismo, a mejorar tu autoestima, sin temer la soledad y además disfrutas de tu vida, empiezas a estar preparado para tener una nueva relación. Serás capaz de escoger a una persona adecuada para ti, no por necesidad, sino por amor.
Romper el contacto con tu ex. Hay que aceptar que la relación terminó y tener el firme propósito de romper el contacto. Contactar con tu ex puede alimentar la dependencia si no se está realmente curado y acaba provocando más daño que placer. Solo estarás preparado para empezar una nueva relación cuando los sentimientos por el ex (dolor, rabia…) se hayan aparcado. Cuando se sigue pendiente de su vida y duelen sus avances, no estamos preparados para empezar una nueva relación.
No inicies otra relación de forma precipitada. Un sustituto no es la solución. Puede hacerte sentir que no estás solo, pero si se utiliza para eso, la relación será un fracaso. Tienes que estar con una persona porque la quieres, no porque la necesitas.
Para curarte será bueno cambiar de aires. En un primer momento era necesario un espacio en solitario para reflexionar, pero pasado este momento inicial debes romper rutinas, visitar nuevos lugares; retomar tus amistades y abrirte a gente nueva; ocupar tu tiempo haciendo deporte o actividades que te gusten, pues es una fuente de bienestar. De este modo no te centrarás en pensamientos negativos, en añorar a la otra persona y en tratar de recuperarla.
Busca ayuda. En muchas ocasiones es suficiente la cercanía de familiares y amigos que con su comprensión sanan. Si esta ayuda no es suficiente busca más información o profesionales que te puedan ayudar.
No tengas prisa. Las heridas suelen tardar en cicatrizar, pero eso no significa que no estés avanzando. Trabajar así la inteligencia emocional es un proceso costoso, pero altamente efectivo. Se necesita fuerza de voluntad y propósito firme de salir adelante.
Superar una ruptura puede resultar muy costoso, pero no imposible. Para más consejos, podéis contactarme a través de mi cuenta de Instagram: @natbarcaiz.
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